En un evento a puerta cerrada celebrado recientemente en la embajada de Noruega, la embajadora Ragnhild Imerslund y destacados líderes tecnológicos, Charles A Barthe Lemeur, CEO de #Labo, y Bendik Bryde de #Piql, se reunieron para discutir un tema de vital importancia: la preservación del acervo y los registros de información para las generaciones futuras. Durante el evento, se presentó AWA (Artic World Archive), una bóveda de datos subterránea segura e inviolable ubicada en el corazón del permafrost noruego.
La embajada de Noruega se convirtió en el escenario de una reunión de mentes brillantes y visionarias, que compartieron su pasión por preservar la historia y la información para las generaciones futuras. La anfitriona del evento, Ragnhild Imerslund, embajadora de Noruega, destacó la importancia de proteger nuestro acervo cultural y los registros de conocimiento que hemos acumulado a lo largo de los siglos.
Durante el evento destacó la presentación a cargo de Charles A. Barthe Lemeur, CEO de Labo, y Bendik Bryde de Piql. Ambos hablaron sobre AWA, una bóveda de datos subterránea ubicada en Svalbard. La bóveda AWA se encuentra a 300 metros de profundidad, en el interior de una mina y otros 300 metros por debajo de la cima de una montaña, lo que proporciona una seguridad y estabilidad inigualables.
Además, el Dr. Ricardo Alfredo Sodi Cuellar, Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México, junto a Verónica Loera y Chávez Castro, directora adjunta de Adabi, resaltaron la importancia de preservar y gestionar adecuadamente los registros históricos.
El permafrost noruego, una capa de suelo permanentemente congelado, actúa como una protección natural para los datos almacenados en la bóveda AWA. Este entorno extremadamente frío y estable brinda una solución a largo plazo para el almacenamiento de información, ya que el permafrost se estima que permanecerá intacto durante miles de años.
La tecnología de Piql utilizada en la bóveda AWA ofrece una forma única de almacenar información de manera duradera. Mediante técnicas de preservación de datos basadas en la tecnología analógica, como códigos QR en película fotográfica y almacenamiento en microfichas, los datos se encapsulan y se mantienen a salvo de los avances tecnológicos y las amenazas cibernéticas en constante evolución.
Esta combinación de tecnologías tradicionales y de vanguardia permite que el acervo cultural y los registros de información se conserven de manera segura. El enfoque de Labo y Piql no solo se basa en almacenar datos, sino también en preservar el acceso a esos datos a través del tiempo, garantizando así que las futuras generaciones puedan beneficiarse de nuestro conocimiento colectivo.
El evento en la embajada de Noruega fue un testimonio del compromiso de Noruega con la preservación de la historia y la información.
Piql nos recuerda la importancia de proteger nuestra historia y patrimonio, y cómo la innovación puede desempeñar un papel fundamental en este esfuerzo. Con la bóveda AWA, Noruega nos muestra el camino hacia un futuro en el que nuestras contribuciones culturales y científicas no se perderán, sino que se conservarán para las generaciones venideras.
Comentarios